MI CARTA A BENEDICTUS XVI – ACTUAL ALCALDE DE BABILONIA

Señor Ratzinger,

Me impresiona tremendamente la decisión que ha usted tomado de venir a México apenas para decirnos que necesitamos rezar y nada más.

Pensaba que usted iba a traer algo de más concreto a esta nación. Algo por lo menos como un diálogo con las partes involucradas en esta guerra sangrienta que por aquí hay y que adonde no hay treguas.

Además, pensaba que usted como es actual jefe del más rico Estado del mundo, superando sin duda a los Estados Unidos y paises europeos, que destinara una parte de toda esa riqueza y poder a la solución de la miseria evidente que pasa ese país.

Pero, ¡cómo ya esperaba! Usted viene recibiendo a los loores de la gente mal informada y haciéndose santo entre nosotros pecadores. Su discurso es algo fallido. Propio de hombres que se distanciaron tanto de la vida normal de la gente que ya no saben hablar el idioma que la gente humilde y desesperada necesita oír.

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